El régimen agrario en Perú, establecido por la Ley N° 27360 entre 2000 y 2020, reguló las condiciones laborales en el sector agrícola y agroindustrial, un ámbito que agrupa a una población mayoritariamente informal y vulnerable. Esta normativa permitió flexibilizar ciertas condiciones laborales, pero a su vez limitó el acceso de los trabajadores a derechos fundamentales como la seguridad social y pensiones. A pesar de haber contribuido a la formalización de algunos empleos y haber impulsado el crecimiento de las exportaciones agropecuarias, el régimen también generó desafíos en cuanto a la calidad del empleo y las condiciones laborales, destacándose la precariedad en los contratos, la estacionalidad del trabajo y la baja remuneración. La situación del empleo bajo el régimen agrario refleja una alta concentración en pocas empresas, con importantes disparidades en cuanto a género, edad y tipo de contrato, lo que plantea la necesidad de reformas que promuevan una mayor equidad y sostenibilidad para los trabajadores del sector.
Autor:
Fernando Cuadros Luque